Poniendo la primera piedra

Se acaba el mes de marzo, ventoso y va llegando abril , lluvioso...muy lluvioso.
Aunque han podido trabajar sólo tres días esta semana ya tenemos el suelo de la cocina y

los pilares de la puerta de la calle Doctor Labayen.

Poco a poco vamos concretando con el herrero-fontanero-instalador de calefacciones y manitas en general, Leoncio. Con el carpintero y con el picapedrero. Y con el ebanista en el exilio J.Ignacio García. Animo!! confiamos que tendrás los canetes a tiempo.

Semana de Pascua

Estos días de Pascual el tiempo parece invernal y eso que ya ha llegado la primavera.
Los albañiles están pasando un poco de frio. El domingo volvió a nevar y la lluvia les ha hecho compañía hoy.
A parte del "orache", los ladrillos van subiendo y ya tenemos ganas de ver los progresos este viernes.

El suelo del garaje

Al llegar el viernes ya estaba echado el suelo de lo que será el garaje.Y apuntaba maneras de lo que será la entrada por la calle de San Esteban.

Andamos muy liados con los "señores que hacen los papeles de la casa", y pensamos; ¿pero las casas no se hacen con ladrillos?. Tenemos la terrible sospecha de que estos señores quieren volvernos locos.

La nota positiva , alegre y dicharachera nos las dais vosotros con los comentarios que nos dejáis,así que sólo decios gracias y continuad que nos hacen ilusión y nos dan ánimos para seguir en esta dura batalla .

5 de Marzo

Ya en marzo la nieve quiso hacernos una visita, asi dejo la casa. Esperamos no volverla a ver nunca tan cerca de los cimientos.

La fachada

Andamos a vueltas con las piedras, y tras visitar el taller de cantería de Uncastillo, nos hemos puesto lápiz en ristre a dibujar las posibles soluciones para las dos fachadas. tienen una anchura de aproximadamente cuatro metros y resulta difícil....que opináis?

La roca de San Esteban

Solera echada y fronteras "adecentadas". La base de la base esta dispuesta para que le pongan encima lo que haga falta ya que ella se apoya en la roca de San Esteban. Hubo molestas incursiones acuáticas de procedencia dudosa pero allí estaba José Vicente, paleta en mano, para rechazar la incursión y mantener la virginal solera impoluta.